Este
es el primer post que escribo en el blog con las nuevas normas que me he impuesto. Con el
tiempo, he visto que para mejorar hay que cambiar y aceptar nuevos
retos. El sistema de siempre ha funcionado
en estos años pero, ¿y si con unos pequeños cambios mejoramos y
llegamos a más gente?
Vamos a dar un paso más allá con los cambios y hoy hablaremos de ¡Que guay!, en la zona de Punto Fielato,
Telde.
Voy el día en que se puede disfrutar de un espectáculo en vivo, esta vez, un monologuista isleño, Iván El Bastonero. Llegamos
con el espectáculo empezado e intentando no hacer mucho ruido. ¿La pena? Coger los chistes ya algo tarde.
Nos ofrecen amablemente unas cartas en papel y un boli y
con todo el arsenal a mano estamos listos para hacer nuestra
propia comanda. Lo primero que me llamó la atención es que no hay
precio extra por los ingredientes, puedes poner de todo y seguirán
cobrándote lo mismo, aunque sinceramente, no creo que sea una
hamburguesa que me apetezca probar ^^.
Para los comileros tiene su cosita poder
configurar su propia hamburguesa, digamos que
es una idea suculenta. Los ingredientes, la salsa, los quesos, la
colocación, la carne... Personalmente, echo en falta cositas picantes;
otros locales han cogido recortes en ese sentido. Hay clientela que va
buscando el picante definitivo, ese que te haga
ir donde esté para ir a probarlo, como ocurre con el Phal+ del Misbab en
Meloneras; o algo más cerca, el aceite picante que están utilizando en La Taberna, donde ya apenas
pido algo que no la tenga. Como ejemplo, su hamburguesa diablo.
Están
empezando y se nota. Quizás por motivo de la actuación y que estaba
lleno el local, las comandas tardaron en salir. Pedimos para picar unas
papas y unos aros de cebolla.
Sé
que he ido muy rápido poniendo las fotos de las hamburguesas, pero es
que quiero que te quedes. Sigue leyendo y descubre los entrantes.
Hablé
de las papas y de los aros de cebolla, pero realmente los entrantes son
los dos platos que nos pedimos seguidamente. Por un lado, secreto
ibérico con puré de papas. Por otro
lado, unos chipirones bastante jugosos. Lejos de los chipirones que nos
podemos encontrar en otros locales como "La Rubia", nos encontramos con
una presentación muy resultona y lo mismo pasa con el secreto con
mermelada acompañado de puré
de papas. ¿Presentación? De diez ambos platillos. ¿Sabor? Otro diez
para los dos. ¿Fallo? No llegaron a la mesa calientes que digamos y
puede que eso sea a consecuencia de las hamburguesas; o no. Parece que
no tiene nada que ver, pero ahora me entenderás.
Ofrecer al
cliente la posibilidad de poder pedir una hamburguesa a su gusto
significa automaticamente que tienes que estar leyendo unos ingredientes
concretos, de ahí la tardanza. Si te vas a otros
locales donde las hamburguesas ya vienen con unos ingredientes
estandarizados y que, en el peor de los casos, solo añades o quitas
algo, o si acaso cambias el tipo de pan (de cereales, de tómate..), todo
es más rápido. Sacrificas la experiencia de hacerte
tu propia hamburguesa, al gusto, por la espera. Habrá que esperar y ver
si a los dueños del local les sale rentable la "personalización" antes
que la "perfección", y nos referimos a que la comida salga así; buena,
pero no perfecta.
Lo bueno es bueno y lo malo es malo. Agárrate a si quieres a eso de "a gusto colores" pero no engañes al que sabe la guía Pantone®
Se ve una buena pinta los platitos de comida.. habra que probarlos, a ver si hay suerte y gano esa cenita gratis😎
ResponderEliminarsuerte comilera!! ;) Atenta al domingo que es cuando doy el ganador ;)
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